miércoles, 9 de septiembre de 2015

Caixa Penedés(BMN) reconoce haber vendido como seguros unos ‘swaps’ de tipos

El director de una sucursal de Caixa Penedés (integrada ahora en BMN, aunque este grupo vendió el negocio y la red al Banco Sabadell) ha admitido ante el juez de Primera Instancia 35 de Barcelona que utilizó el término “seguro” para comercializar mejor 13 contratos de ‘swap’ (cobertura de los movimientos de los tipos de interés) a un grupo de 8 empresas dedicadas a la promoción inmobiliaria.

También reconoce que, con la apariencia falsa de un seguro, el producto era más comprensible para los clientes, que no eran expertos financieros, como admite el director de la oficina. Y que la iniciativa de colocar los ‘swaps’ fue suya y no de las empresas afectadas. Justifica todas sus actuaciones en la necesidad que tenía de “cubrir los objetivos fijados para la sucursal” por parte de la entidad.
La sección 16ª de la Audiencia Provincial de Barcelona ha ratificado la nulidad de los 13 contratos, ya dictada por el juzgado nº 36 de Barcelona. La sentencia obliga a la entidad a devolver 1.550.323,11 euros cobrados por las liquidaciones negativas e impone a la entidad el pago de las costas procesales.
La sentencia censura que se utilizara la palabra “seguro” para comercializar los ‘swaps’. “No eran productos de seguro sino productos financieros complejos no exentos de aleatoriedad”, señala el fallo, que considera probado que no hubo una adecuada información “clara, concreta, precisa y suficiente” sobre los productos ni tampoco de los riesgos que contraía el cliente al suscribirlos.
Sí se informó de la posibilidad de sufrir liquidaciones negativas, pero no “del alto riesgo”. Tampoco se realizaron simulaciones numéricas de los diferentes escenarios que podrían producirse, como reconoció el empleado de Tesorería de Caixa Penedés que declaró en el juicio. Ni se trasladaron al cliente las previsiones de tipos de interés con los que contaba la entidad en el momento de reestructurar los contratos de cobertura de éstos.
La sentencia acusa a BMN de “actuación ligera”, de no realizar los test de idoneidad obligatorios, y censura el hecho de que las reestructuraciones fueran motivadas en parte para alcanzar objetivos comerciales y no en beneficio del cliente, o que no se les dieran las explicaciones debidas respecto a las características y riesgos del producto. Y subraya la ausencia de información precontractual.